22 enero, 2012

Las cosas importantes aquí, son las que están detrás de la piel

Cuando las palabras sobran, el silencio se vuelve imprescindible. Lo bueno es que puedes elegir con qué quieres acompañarlo. Yo me quedo con los arrumacos, los besos, las sonrisas, los abrazos y las muestras de cariño. Me quedo con los "te quiero". Con el querer decirlo todo hoy por si acaso no hubiera mañana, pero hacerlo mediante gestos. Elijo tardes enteras juntos. Baños de espuma, despertares, amaneceres. Películas a medias y sábanas indiscretas. Elijo que haya toda la confianza posible. Y si pudiera elegir con quién acompañar este silencio, que no te quepa la menor duda, que te elegiría a ti como si no existiera otro.
-Ama, que para odiar nunca se va a hacer tarde-

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