09 mayo, 2012

"Cambiaría todos mis mañanas por un solo ayer y el despertar cada día amarrado a su cuerpo"

Por el rabillo del ojo pude ver como se escabullía de entre las sábanas, intentando no hacer movimientos bruscos. Permanecí inmóvil varios minutos, observando todos sus movimientos. 
Cuando ya había conseguido deshacerse del nudo formado por nuestras ropas, la vi alejarse por el pasillo. Llevaba mi camisa de cuadros disfrazada de camisón; le tapaba raquíticamente el culo y he de reconocer que despertó en mí un gran deseo y excitación. Caminaba a hurtadillas con el pelo alborotado, pero con la misma belleza con la que se había acostado la noche anterior. Tenía unas largas piernas, con gemelos marcados y un lunar en el muslo completamente indescriptible.
Me quedé así, sin hacer nada, simplemente observándola y disfrutando de su presencia.
Tenía una sonrisa sincera, en ella se respiraba confianza y me recordaba a la de una niña indefensa. Su pelo era castaño, con algún destello más pálido, nada del otro mundo. Piel de porcelana, cintura de avispa y ombligo prácticamente perfecto, apetecible. En poco más de una noche me había memorizado cada detalle de su cuerpo, por el temor de no volver a verlo. Sus ojos negros eran tan penetrantes que más de una vez evité mirarla directamente porque sabía que caería rendido en un abrir y cerrar. Pero resultó inútil, ahora me resiento de haber tardado en darme cuenta, ya que aquella mañana, el sueño acumulado de varios días, el relajante olor que había invadido mi habitación y las ansias por soñarla, se apoderaron de mí y cuando volví a despertar lo único que permanecía en esta casa era su ausencia y una vaga tristeza que aún hoy permanece.

1 comentario:

  1. "Llevaba mi camisa de cuadros disfrazada de camisón; le tapaba raquíticamente el culo y he de reconocer que despertó en mí un gran deseo y excitación."

    Ole ahí!

    G. Tienes frases que me dejan flipando sin saber por qué.

    Gracias por pasarte y comentarme, guapina! ;)

    ResponderEliminar