Recuerdos con sabor a caramelo

Sonríe cuando te haga feliz y échala de menos cuando no esté.

22 octubre, 2011

pequeño telón para escenario tan inmenso

Publicado por G. en 7:12

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Que no dependa de nadie cómo te sientas hoy. Porque nadie va a venir a sonreír por ti.

Gracias, eres mi sonrisa número:

Porque nada sabe de adicción aquel que no se ha dejado la piel y el sudor en una canción que terminó quemada entre lágrimas y cucharas.

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Los mejores no siempre son los más felices, pero los más felices suelen ser los mejores.

Si yo fuese Dios y tuviese el secreto, haría un ser exacto a ti; lo probaría (a la manera de los panaderos cuando prueban el pan, es decir: con la boca), y si ese sabor fuese igual al tuyo, o sea tu mismo olor, y tu manera de sonreír, y de guardar silencio, y de estrechar mi mano estrictamente, y de besarnos sin hacernos año [...]

Sólo si me volviera loco te diría que haría el amor contigo aquí, delante de tu casa, toda la vida.

G.: Que adoro el verano y la playa. Las tardes de invierno viendo pelis con una manta, y las de otoño saboreando el color de las hojas. Los helados de turrón. Escribir. La fotografía. Que adoro a mis amigos y cada mínimo gesto que me regalan. Los cumpleaños y la música. Que soy como un subeybaja, un día veréis cómo saboreo el mundo y al siguiente, como el mundo me come a mí.

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Lo que hay es un mensaje subliminal en cada sonrisa.

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