18 septiembre, 2011

La pura realidad


Siempre había pensado que la madurez se ganaba con el tiempo, como los kilos. De pequeña solía imaginar un futuro casi perfecto y sencillo. Soñaba con mantener a los amigos gasta el fin de los días, hasta los confines del mundo. Pensaba que la frase de "más vale solo que mal acompañado", era incierta. Que el ratoncito Pérez se llevaba todos mis dientes de leche y siempre creí aquello de que la mala hierba nunca muere. Ahora empiezo a entender que la madurez se gana con los momentos que hayas vivido, con cómo te han educado y con lo putas que lo hayas pasado. Que a más mayor, más problemas, celos, deberes, obligaciones y enfermedades. Que después del colegio solo los mejores amigos permanecen. Que de gente mala está el mundo lleno y bastante daño te haces a ti mismo como para que te joda otro. Que el ratoncito... no es tan ratón como imaginaba, pero lo bien que me lo pasaba, no me lo quita nadie. Y que al final todos vamos a parar al mismo sitio, tengamos buena o mala sangre.

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