No te prometo un siempre, ni un para toda la vida. Me costará decirte te amo y me pondré borde un millón de veces. No te aseguro llegar a despertarme a tu lado todas las mañanas, ni dormirme contigo cada noche, aunque admito que me encantaría poder observar tus bostezos mientras caminas hacia el baño, aún dormido. No pretendo que nos vayamos a vivir juntos, que nos casemos, ni que tengamos una pareja de niños. Me conformo con que me dediques algún que otro momento de tus pensamientos. No quiero que me regales todos tus días gratuitamente, prometo pagártelos de la mejor manera posible. Tampoco que me recuerdes a cada momento lo mucho que me amas, ya que yo tampoco lo haré, en serio. ¿Que te quiero? Es obvio joder, pero con recordártelo de vez en cuando será suficiente, ya que no se deja de querer a una persona de un día para otro. Me bastará con ser feliz cuando esté contigo y desear verte al día siguiente. Con sonreír con cualquier cosa insignificante que provenga de ti y con no poder evitar girarme cuando te estés marchando. Aunque no me despierte a tu lado, prometo soñarte y levantarme pensando en ti y en lo mucho que te he echado de menos. Para poder ver tus bostezos, me conformaré con dormir la siesta a tu lado de vez en cuando y te aseguro que llegarás a ser lo mejor de mi vida, ahora ya lo eres, pero compartes puesto con otras personas; como sigas así dominarás el ranking, porque en estos momentos no serás lo mejor, pero sí lo que más me preocupa y de lo más importante que tengo.
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